¿Se puede cartografiar la desertificación? Luces y sombras de una tarea desafiante
Contenido principal del artículo
Resumen
La desertificación es un fenómeno complejo con múltiples caras. Han existido numerosos intentos por cartografiarla. Sin embargo, ninguna de las aproximaciones se ha consolidado y los criterios y metodologías han cambiado con los años. La falta de robustez hace que la interpretación de estos mapas sea confusa y poco operativa. En este trabajo repasamos sucintamente las tentativas por plasmar en un mapa este complejo problema medioambiental, analizamos sus dificultades y mostramos las últimas tendencias. El último Atlas Mundial de Desertificación, publicado en 2018 por la Comisión Europea, renuncia a ello y propone un enfoque alternativo. Su propuesta es identificar aquellos lugares que pueden ser más proclives a la degradación al coincidir en ellos una serie de factores que amenazan el equilibro entre el uso de recursos y su regeneración. La creciente disponibilidad de recursos cartográficos abre las puertas a nuevos enfoques. Sin embargo, este enorme potencial de datos debe conjugarse con una clara concepción del problema, distinguiendo entre mapear el estado de desertificación o su riesgo y determinando, con la mayor objetividad posible, los umbrales de degradación que dan lugar a una degradación persistente.
Descargas
Detalles del artículo

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0.